El Paseo del Prado de Madrid ( Arquitectura y Desarrollo en los siglos XVII y XVIII ) al que Concepción Lopezosa Aparicio ha dedicado productivas horas de estudio, constituye seguramente el espacio mas elaborado y lleno de historia de todo Madrid. Hay al menos tres argumentos que ayudan a comprender esta singularidad. El primero viene dado por la doble función que desde sus orígenes se le asigna a Paseo del Prado, función a un tiempo simbólica y lúdica, en un reparto de papeles que tanto dice de la naturaleza de una ciudad que que a lo largo del tiempo ha ido ganando autonomía respecto a su primitivo cometido político y administrativo. La segunda razón que distingue señaladamente al Paseo del Prado es su condición de espacio trabajosa y deliberadamente definido por las autoridades. Si hay una concepción de la ciudad como ser vivo que se desarrolla autónomamente y que libremente adopta su propia morfología. Y en tercer y último lugar, el Paseo del Prado constituye un lugar especial- incluso una realidad aparte, con cierta autonomía respecto al conjunto de la ciudad- desde el momento que representa una anticipación de lo que será el Madrid futuro. Lo que sin embargo nadie puede ocultar es el hecho de que el Paseo del Prado, reconvertido hoy en espacio consagrado al ocio y la cultura - siguiendo la senda que marcarían los Borbones durante el siglo XVIII-, ha perdido no obstante mucha de su presencia y su relevancia en la vida de la ciudad. Entretanto, Concepción Lopezosa Aparicio nos ofrece un libro denso e interesante, que procede de un trabajo anterior cuya calidad ya fue reconocida por el Ayuntamiento de Madrid al concederle el Premio Villa de Madrid de Investigaciones de 2000, y que nos ayuda a comprender mejor uno de nuestros espacios más ricos, vivos y representativos.