La violencia en el ámbito familiar, y muy singularmente la que se ejerce sobre la mujer –la llamada violencia de género– constituye un cáncer instalado en nuestra sociedad frente al que se ha venido combatiendo desde el poder legislativo a través de diversos y sucesivos mecanismos. Entre ellos, es de destacar, en primer lugar, la introducción en el Código Penal por la Ley Orgánica 14/1999, de 9 de junio, de la prohibición de aproximación del agresor a la víctima, conocida como "orden de alejamiento", como pena accesoria de determinados delitos.
En segundo lugar, y en directa relación con la anterior, la denominada "orden de protección", que en la presente monografía se analiza de forma sistemática y con detalle, introducida en nuestra Norma Procesal Penal (art. 544 ter) por la Ley 27/2003, de 31 de julio, que nació –según su propia Exposición de Motivos– ante la necesidad de dar una respuesta global y coordinada por parte de todos los poderes públicos a la violencia ejercida en el entorno familiar, y en particular a la violencia de género, a través de un procedimiento por el que el órgano judicial penal brinde a las víctimas de este tipo de delitos y faltas una rápida protección cautelar de naturaleza tanto civil como penal.