Nicolás de Cusa (1401-1464) no fue un anticuario. No veneró las tradiciones de pensamiento de las que se sabía heredero, sino que las asimiló de modo productivo para la elaboración de un singular y novedoso camino simbólico de investigación filosófica en los umbrales de la Modernidad. No buscó ser un pensador monumental o edificante. A través de una doctrina de la ignorancia, a la que consideró máxima, se orientó hacia una comprensión conjetural de lo incomprensible. No hizo del lenguaje el objeto de su pensamiento y, en virtud de ello, no formuló una filosofía del lenguaje en sentido sistemático. Sin embargo, diseminó en diversos pasajes y recovecos de su obra varias y fecundas consideraciones en torno del origen, la función y la fuerza del lenguaje.
Este libro ofrece una aproximación al pensamiento de Nicolás de Cusa a través de su comprensión del problema del lenguaje. Busca brindar los elementos necesarios para la composición o bien recomposición de una teoría cusana del lenguaje, a la luz de una metafísica de la palabra, y con ello inscribir al cusano en la aún inacabada historia general del problema del lenguaje desde el punto de vista filosófico.